Ana Roqué de Duprey

Resumen: 

Ana Roqué y Geigel de Duprey (1853-1933) fue escritora, educadora, líder sufragista y científica. Es considerada la fundadora del feminismo en Puerto Rico, donde fundó la primera organización feminista, la “Liga Feminista Puertorriqueña” en 1917, siendo la primera presidenta. Posteriormente fundó la “Asociación de Mujeres Sufragistas,” en 1924 la asociación cambió su nombre a “Asociación Insular de Mujeres Votantes.” Así también fundó varios periódicos que propulsaron el progreso, la emancipación ideológica y política de la mujer como: “La Mujer” (1893), “La Evolución” (1902) y la “Mujer del Siglo XX” (1917), “Álbum Puertorriqueño” (1918), y en “Heraldo de la Mujer” (1920). En 1878, Roqué de Duprey fue a vivir a San Juan, donde frecuentemente asistía al Ateneo Puertorriqueño y a la Biblioteca pública. Roqué fue miembro de honor de la Sociedad Astronómica de Francia. En 1932, la Universidad de Puerto Rico le otorgó el título de Doctora en Letras Honoris Causa.

Texto completo: 

Ana Roqué y Geigel de Duprey (1853-1933)

Información General
Ana Roqué y Geigel de Duprey (1853-1933) fue escritora, educadora, líder sufragista y científica. Es considerada la fundadora del feminismo en Puerto Rico, donde fundó la primera organización feminista, la “Liga Feminista Puertorriqueña” en 1917, siendo la primera presidenta. Posteriormente fundó la “Asociación de Mujeres Sufragistas,” en 1924 la asociación cambió su nombre a “Asociación Insular de Mujeres Votantes.”[1] Así también fundó varios periódicos que propulsaron el progreso, la emancipación ideológica y política de la mujer como: “La Mujer” (1893), “La Evolución” (1902) y la “Mujer del Siglo XX” (1917), “Álbum Puertorriqueño” (1918), y en “Heraldo de la Mujer” (1920).[2] En 1878, Roqué de Duprey fue a vivir a San Juan, donde frecuentemente asistía al Ateneo Puertorriqueño y a la Biblioteca pública. Roqué fue miembro de honor de la Sociedad Astronómica de Francia.[3] En 1932, la Universidad de Puerto Rico le otorgó el título de Doctora en Letras Honoris Causa.[4]

Datos Biográficos
Ana Roqué y Geigel de Duprey nació el 18 de abril de 1853 en Aguadilla, Puerto Rico. A la edad de siete años comenzó a asistir la escuela, donde fue educada por su abuela, la señora Ana María Tapia de Roqué, maestra de profesión por treinta años, quien la educó y le enseñó manualidades. La señora Tapia, la crió a raíz de que su madre, la señora Géigel de Roqué había muerto. Cuando Ana Roqué tenía cuatro años, su padre, el señor Ricardo Roqué, le manifestó a su abuela paterna su deseo de que su hija aprendiera en dos años lo que los estudiantes aprendían en cuatro años. Es así que Roqué había terminado la escuela a la edad de nueve años. Su educación no terminó allí, porque su padre continuó su formación académica, enseñándole matemáticas, contabilidad y a tocar el piano. En esta medida recibió una educación muy propia de la época en la que las señoritas de la clase alta aprendían las matemáticas, humanidades y manualidades. A la temprana edad de once años regresó a la escuela donde había estudiado para enseñarle matemáticas a doña Catalina Tapia, quien había sido su maestra de francés.[5] Dicha escuela estuvo abierta por varios años hasta que la señora Tapia tuvo que cerrarla. Roqué, quien estaba comprometida con la educación tomó las estudiantes y abrió una escuela a la temprana edad de 13 años.[6] Vale mencionar que durante el siglo XIX, en Puerto Rico solamente el dieciséis porciento de la población era letrada, de modo que es muy probable que aquellas personas que tuvieran un nivel de escolaridad que pudieran impartir clases de español, francés, inglés y matemáticas ejercieran la profesión de maestra(o) dejando pasar por alto su edad. De este modo estos maestros contribuían a la alfabetización de la población puertorriqueña, que tanto hacia falta.

Debido a su compromiso con el magisterio escribió un libro de texto titulado: Elementos de geografía universal para la enseñanza primaria elemental y superior (1888); texto que fue utilizado por muchos años en las escuelas de Puerto Rico. También publicó otros dos textos escolares: Explicaciones de gramática castellana (1889) y Explicaciones de pedagogía (1894), además publicó “Estudio sobre la flora puertorriqueña” (1908). [7]

A los diecinueve años se casó con el hacendado don Luis E. Duprey, donde pasaba las mañanas atendiendo su casa y estudiando diversas materias como: Botánica, Geografía, Meteorología, Filosofía, Astronomía e Inglés; además tocaba el piano y dibujaba. Posteriormente, en 1878, se trasladó a vivir a San Juan, estableciendo su residencia en la Calle San Francisco esquina Tanca. En la terraza de dicha casa daba conferencias de astronomía con un telescopio que le prestó el personal de la dependencia de Obras Públicas, donde asistían los intelectuales de la época como Manuel Fernández Juncos y Alejandro Tapia. Colaboró en el periódico Buscapié, donde publicó artículos sobre Filosofía Moderna y Astronomía. Luego ingresó en la Sociedad Astronómica de Francia.

En 1884, se separó de su esposo, don Luis E. Duprey, y comenzó a buscar trabajo como maestra, con el fin de poder proveer para sus cinco hijos. Ese mismo año se examinó como profesora y enseñó en una escuela en Arecibo, Puerto Rico. “En 1885, empezó por enseñanza libre a estudiar el bachillerato en el Instituto Provincial, siendo su maestro de latín don Ulises Ginorio y de matemáticas don Ernesto Ollero.”[8]

Posteriormente en 1887, comenzó a trabajar en la escuela Superior Modelo de Humacao y empezó a preparar maestras. “Le enseñó a más de cinco mil niños y ciento diez maestros con sus certificados; además enseñó a empleados de correo y a nueve americanos a quienes les enseñó español.”[9] Enseñó clases de español, francés, inglés, matemáticas, algebra, francés y latín.

En 1898, ocurrió la Guerra Hispanoamericana, donde Puerto Rico pasó de ser una colonia de España a ser un territorio de Estados Unidos. Bajo el gobierno estadounidense Roqué siguió ejerciendo su profesión de maestra en la Escuela Normal de San Juan y en 1899 en Mayagüez.

Obra Literaria
En 1887, empezó a escribir novelas, logrando escribir treinta y dos. Sus novelas y cuentos obtuvieron gran popularidad. Escribió bajo los pseudónimos de Aguenora y Flora del Valle.[10] Escribió obras literarias y libros de textos como los siguientes: Elementos de geografía universal para la enseñanza primaria elemental y superior (1888); Sara, la obrera y otros cuentos (1895); el repertorio femenino de Ana Roqué  (1895); y la novela, Luz y Sombra (1903); y Cuentos: Cuentos Puertorriqueños; Un ruso en Puerto Rico; o Treinta años atrás: cuento puertorriqueño (1919).[11]

La novela corta: Sara, la obrera y otros cuentos presentan la explotación de la mujer, las condiciones de los obreros, los artesanos y los trabajadores del campo. Esta novela presenta el panorama campestre en el Puerto Rico del siglo XIX y la subordinación femenina dentro del campesinado. En la novela Roqué, acepta las nociones implantadas por la sociedad y otras veces subvierte la ideología impuesta a la mujer.

Por otro lado, la novela más conocida de Ana Roqué es Luz y Sombra (1903), obra que ilustra un panorama geográfico y cultural del Viejo San Juan en el siglo XIX. Presenta la vida social de la capital mencionando las danzas, la moda a través de los vestidos, y lugares de reunión como La Mallorquina y el Casino Español, de este modo presenta la burguesía de la época. La novela presenta la defensa de la mujer en una sociedad patriarcal puertorriqueña a finales del siglo XIX, y principios del XX, de este modo exponiendo las exigencias morales y relaciones entre hombre y mujer. Así también, la novela presenta las costumbres urbanas y rurales de la última década del siglo XIX en Puerto Rico.

En la novela Roqué presenta sus ideales feministas, reflejados en la historia de una joven que contrae matrimonio por ambición. La joven despierta a una pasión adultera, cual es perdonada por su marido, quien comprende que la mujer al igual que el hombre está expuesta a las mismas tentaciones y deseos sexuales; postura completamente inaceptable en el siglo XIX. Roqué presenta a Matilde, quien vive en un mundo de luz porque contrajo matrimonio por amor, mientras Julia vive en las sombras porque esta en un matrimonio sin amor. A través de esta novela, Roqué presenta la igualdad entre el hombre y la mujer. Sin duda Roqué fue influenciada por las teorías feministas de la época.[12]

Luz y Sombra presenta la importancia del matrimonio para la mujer a finales del siglo XIX y principios del XX. Esta novela  fue publicada en una edición del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 1991, por Lisabeth Paravisini-Gerbert, quien destaca la defensa de la mujer y las reglas patriarcales del comportamiento sexual, tema pocas veces tratado en la literatura puertorriqueña de la primera década del siglo XX.[13]

Roqué ejerció el magisterio por veintitrés años en las escuelas públicas, en los pueblos de Humacao, Mayagüez, Vega Baja, Quebradillas y Ponce. Así también fue maestra por seis años en escuelas particulares como el Liceo Ponceño, el cual ella fundó en 1903 y donde asumió su dirección por cinco años y el Colegio Mayagüezano en 1902. Más tarde obtuvo el permiso del Departamento de Educación para enseñar todo el Bachillerato.

Periódicos y Revistas
Roqué publicó varios periódicos dedicados a promover la cultura y progreso de la mujer como: Euterpe (1888), La mujer (1894), la Evolución (1902), El Álbum Puertorriqueño (1918), La Mujer del siglo XX (1917) y El Heraldo de la Mujer (1919).

En 1888 fundó la revista Euterpe, Seminario artístico, publicado todos los jueves. Esta revista publicaba noticias sobre música, descubrimientos científicos y artísticos, consejos higiénicos y modas entre otros. Desde el 1887 viajó por los pueblos de Puerto Rico, buscando subscripciones para dicha revista. Los fondos recaudados de las suscripciones fueron usados para becar a Ana Otero, una pianista talentosa de Humacao, de bajos recursos económicos.[14] Con estos fondos Otero pudo viajar a París, donde continuó estudios avanzados de piano.[15] El 1 de noviembre de 1888, bajo la sección de “Correspondencia en la Península,” en la revista Euterpe menciona una presentación de un concierto de piano de Otero en el Conservatorio de París.[16] El pianista y compositor español, Issac Albéniz (1860-1909), quien estuvo muy entusiasmado con la presentación de Otero. Este encuentro fue acordado por el mayagüezano, Don Marcelino Medina, primer violín de la Orquesta del Gran Teatro del Liceo en España. Otero tocó piano en la exposición de pianos y arpa de la fábrica Erard en Barcelona y luego en la sucursal de París.

Ana Otero (1861-1905)

El 30 de mayo de 1889 en la sección “Correspondencia de España,” de la revista Euterpe, Otero tuvo una presentación en la Sala Pleyel en París.[17] Salieron noticas de sus presentaciones  en los periódicos: L’Evénement y L’Echo du París.[18] Este número de la revista presenta la importancia de los aspectos culturales en Puerto Rico. Como las siguientes actividades culturales: “la publicación de la poesía amorosa, prosa, adivinanzas, junto a lo trágico” y “lo cotidiano: el desamparo infantil, el desinterés de unos sectores por las actividades cooperativas, los fuegos intencionados contra uno de los hacendados mas poderosos, si no el mas poderoso de la región, los exámenes libres y los chistes.”[19]

En 1888 la revista había estipulado publicar solamente noticas que reflejaran la armonía y la unión. En 1889 se abre a otros temas, como las noticias y las opiniones. La mayoría de las cartas y noticias no tienen firma, aunque la mayoría de los escritos eran por Roqué y algunos amigos como: Don Olimpo Otero, Don Arturo Aponte y Don Salvador Fulladosa.[20]

La revista Euterpe, nos presenta el ambiente cultural en el Puerto Rico del siglo  XIX a través de sus noticias, y de Madrid, Barcelona y París. En 1893 fundó La Revista la Mujer, primera publicación puertorriqueña dirigida por una mujer y dedicada a promover la cultura y el progreso de la mujer. También fundó La Evolución (1902), La mujer del Siglo XX (1917), Álbum Puertorriqueño (1918) y el Heraldo de la Mujer (1920), periódicos que reflejaban la postura feminista.

El Voto de la Mujer en Puerto Rico
En Puerto Rico se le otorgó el voto a la mujer en 1929. Como requisito las mujeres tenían que ser mayores de 21 años y tenían que saber leer y escribir. Después de 1935 la gran mayoría de las mujeres pudieron votar por primera vez. El día de las elecciones del año 1929, a sus ochenta años, Roqué elegantemente vestida con un traje negro esperaba que la recogieran sus amigas, Isabel Aguilar Andréu (1887-1948), escritora, sufragista y feminista; y Ángela Negrón Muñoz (1892-1961), periodista y feminista. Estas amigas la fueron a buscar para llevarla en automóvil desde Santurce hasta Río Piedras, Puerto Rico.

Cuando llegaron al colegio designado, el nombre de Roqué no apareció en las listas y fue rechazada. Sus amigas la llevaron a varios colegios donde fue rechazada. Por esto sus amigas pidieron con diplomacia a aquellos funcionarios electorales que le permitieran votar a Roqué señalando su historia cívica. Desafortunadamente todas las explicaciones dadas no le valieron de nada, ya que aquellos funcionarios no la dejaron votar. Es así que la mujer que había iniciado la campaña feminista en Puerto Rico, y había fundado la primera sociedad sufragista, pero su nombre no aparecía en ningún colegio electoral el día de las elecciones, a pesar de que se había inscrito en Río Piedras. No pudo votar en las primeras elecciones en que votaron las mujeres puertorriqueñas, ella pensó que había votado a través de un afidávit que firmó en el último colegio que visitó.[21] Al firmar dicho afidávit, con los ojos llenos de lágrimas dijo: “¡Ya me puedo morir, porque he votado.”…[22]  Doña Ana Roqué de Duprey había formado parte de la política de su patria y abogado por los derechos de la mujer, convirtiéndola en una feminista.

Durante su vida propulsó las ideas revolucionarias y fue solidaria con las ideas de Román Baldorioty de Castro (1822-1916), para que Puerto Rico tuviera más derechos autónomos. También tuvo correspondencia con Luis Muñoz Rivera (1859-1916), tercer Comisionado Residente de Puerto Rico en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos y padre de Luis Muñoz Marín, primer gobernador electo de Puerto Rico. Duprey conoció a Antonio R. Barceló (18681938), quien fue presidente del Senado de Puerto Rico y del Partido Liberal. En sus últimos años fue nombrada presidenta Honoraria del Partido Liberal Puertorriqueño. En 1932 recibió un Doctorado Honorifico de la Universidad de Puerto Rico. Además mantenía una estrecha relación con los gobernantes de Puerto Rico y con los presidentes de Estados Unidos sobre los asuntos políticos de Puerto Rico.[23]

Obra Científica

Ana Roqué de Duprey estuvo investigando la botánica en Puerto Rico por un espacio de 20 años, cuyas investigaciones fueron escritas en unas libretas tituladas Botánica antillana. Estas contenían investigaciones y hallazgos científicos sobre plantas y árboles, escritas en inglés y español. Estas libretas presentan las investigaciones de Roqué en conjunto con pasajes de literatura, como poemas y relatos de escritores de la época, de este modo instruyendo al público en sus investigaciones científicas y en las humanidades. Sus libretas contienen 400 dibujos a color y 150 en blanco y negro, algunos posiblemente de su autoría, pues tienen las iniciales A.R.[24]

La Botánica antillana, es un texto compuesto de 30 libretas que describe más de 6,000 especies de plantas y árboles de las islas.[25] Este texto describe el uso de plantas medicinales para sanar enfermedades. “El doctor Jorge Carlos Trejo, un botánico mexicano, afirmó que la Botánica antillana podría considerarse uno de los documentos históricos, literarios, educativos y de difusión de conocimiento sobre plantas y árboles más importantes de principios del siglo XX en las Américas.”[26]

Ana Roqué de Duprey estudió botánica, zoología, astronomía, geología y meteorología bajo el maestro y científico Agustín Stahl (1842-1917), de quien adquirió su formación científica; quien había publicado una obra científica sobre la flora puertorriqueña. Roqué “ganó medalla de plata por su “Estudio sobre la flora puertorriqueña” en un concurso de 1908, celebrado entre escritores, académicos y políticos, que conmemoraron el Cuarto Centenario de la Colonización Cristiana de Puerto Rico.”[27]

En dos ocasiones Chardón le exhortó a cambiar la clasificación de la flora a los nombres científicos del botánico alemán Ignatz Urban de su “Flora Portoricensis.”[28] En 1913, el botánico estadounidense Nathaniel Lord Britton llegó a Puerto Rico, después de haber estudiado la flora de las Islas Vírgenes.

En 1925, Roqué cambió los nombres de las clasificaciones de plantas y árboles a los nombres científicos del botánico estadunidense, Lord Britton, en sus libretas. En vías de continuar educando al pueblo, Roqué aspiraba fundar un jardín botánico en Puerto Rico.

En 1932 Roqué le pidió a Carlos Chardón su opinión sobre su texto de Botánica antillana. Para este momento, Chardón era “administrador del Plan de Reconstrucción del Presidente Roosevelt para Puerto Rico y fundador de programas agrícolas en Colombia, Venezuela, Bolivia y República Dominicana.”[29] Chardón era rector de la Universidad de Puerto Rico; él le contestó a Roqué que: “su trabajo era digno de mayores elogios”[30] en una carta fechada el 20 de febrero de 1932, pero que no había oportunidad de publicar el texto.

Los textos inéditos de la Botánica antillana se encuentran en dos lugares. El primer grupo de las libretas inéditas fueron donadas por el Museo Histórico de Santurce al Centro de Investigaciones Históricas de Vega Baja,[31] dichas libretas están siendo digitalizadas. El segundo grupo de libretas inéditas (1906-1913) están en el Centro de Investigaciones Históricas, en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. [32] Estas fueron donadas por el Museo de Antropología, Arte e Historia de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.[33] Este proyecto lo está realizando el botánico mexicano, Jorge Carlos Trejo e Iliamarie Vázquez, registradora del Museo de Antropología, Arte e Historia quien encontró dichos cuadernos.[34] “Junto con estos, se encontraron los manuscritos de Gramática castellana y Recuerdos de un país del sol, novelas y cuentos antillanos.”[35] Botánica antillana está en proceso de digitalización y transcripción por Trejo con el fin de la publicación de dicho texto.

Fallecimiento

Ana Roqué de Duprey dedicó su vida a la lucha por la igualdad en la educación a la mujer en Puerto Rico y el derecho del voto femenino. Se dio a conocer como una escritora polifacética, de esta manera manejaba una diversidad de temas como: las ciencias, la filosofía, la literatura y la pedagogía. En 1933, Ana Roqué de Duprey murió en Río Piedras, Puerto Rico.


Referencias:

[1] Ángela Negrón Muñoz Mujeres de Puerto Rico desde el periodo de colonización hasta el primer tercio del siglo XX. San Juan: Imprenta Venezuela, 1935, 104.
[2] Ibid., 104.
[3] Ibid., 106.
[4] Ibid., 106.
[5] Ibid., 109.
[6] Lizabeth Paravisini-Gelabart. “Estudio critico, notas y esquemas biográfico,” en Luz y sombra de Ana Roqué. San Juan: Instituto de Cultura Puertorriqueña y Río Piedras: Editorial Universidad de Puerto Rico, 1991, 152.
[7] “Estudio sobre la flora puertorriqueña.” En Cuarto centenario de la colonización cristiana de Puerto Rico, 211-215. San Juan, PR. Tipografía Boletín Mercantil, 1908.
[8] Ángela Negrón Muñoz Mujeres de Puerto Rico desde el periodo de colonización hasta el primer tercio del siglo XX. San Juan: Imprenta Venezuela, 1935, 110.
[9] Ibid., 110.
[10] María Luisa de Ángeles. Mujeres Puertorriqueñas que se han distinguido en el cultivo de las ciencias, las letras y las artes desde el siglo XVII hasta nuestros días. San Juan: Real Hermanos, 1910, 82.
[11] Ibid., 82
[12] Lizabeth Paravisini-Gelabart. “Estudio critico, notas y esquemas biográfico,” en Luz y sombra de Ana Roqué. San Juan: Instituto de Cultura Puertorriqueña y Río Piedras: Editorial Universidad de Puerto Rico, 1991, 7.
[13] Nancy Bird Soto. Sara la Obrera y Otros Cuentos. El repertorio femenino de Ana Roqué. Lewiston: The Edwin Mellon Press. 2008, i.
[14] Europa Piñero González. “Ana Roqué de Duprey: Euterpe y la invención del progreso a través de la escritura persuasiva,” en 200 años de literatura y periodismo 1803-2003 de Fernando Feliú Matilla. San Juan: Ediciones Huracán, 2004, 136.
[15] Ibid., 137.
[16] Ibid., 138.
[17] Ibid., 140.
[18] Ibid., 140.
[19] Ibid., 143.
[20] Ángela Negrón Muñoz. Mujeres de Puerto Rico desde el periodo de colonización hasta el primer tercio del siglo XX. San Juan: Imprenta Venezuela, 1935, 60.
[21] Ibid., 60.
[22] Ángela Negrón Muñoz Mujeres de Puerto Rico desde el periodo de colonización hasta el primer tercio del siglo XX. San Juan: Imprenta Venezuela, 1935, 107-108.
[23] Ibid., 108.
[24] Ibid.
[25] Ibid.
[26] Ibid.
[27] “Estudio sobre la flora puertorriqueña.” En Cuarto centenario de la colonización cristiana de Puerto Rico, 211-215. San Juan, PR. Tipografía Boletín Mercantil, 1908.

[28] Eliván Martínez. El Tesoro de una científica rebelde.  80 Grados. Lunes, 23 de febrero de 2015. http://www.80grados.net/el-tesoro-de-una-cientifica-rebelde/. Publicado por el Centro de Periodismo Investigativo.
[29] Ibid.
[30] Ana Roqué de Duprey. Cartas sobre la flora antillana de 1922 y 1932 de Carlos E. Chardón a Ana Roqué de Duprey. Colección Puertorriqueña, Universidad de Puerto Rico, Biblioteca Digital Puertorrriqueña.

[31] Eliván Martínez. El Tesoro de una científica rebelde.  80 Grados. Lunes, 23 de febrero de 2015. http://www.80grados.net/el-tesoro-de-una-cientifica-rebelde/. Publicado por el Centro de Periodismo Investigativo.
[32] Ibid.
[33] Ibid.
[34] Ibid.
[35]Ibid.

Bibliografía:
Textos
Ángela Negrón Muñoz. Mujeres de Puerto Rico desde el periodo de colonización hasta el primer tercio del siglo XX. San Juan: Imprenta Venezuela, 1935.

Ana Roqué de Duprey. Luz y Sombra. San Juan: Instituto de Cultura Puertorriqueña. Río Piedras: Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1991.
Ana Roqué de Duprey. Cartas sobre la flora antillana de 1922 y 1932 de Carlos E. Chardón a Ana Roqué de Duprey. Colección Puertorriqueña, Universidad de Puerto Rico. Biblioteca Digital Puertorriqueña.
Estudio sobre la flora puertorriqueña.” En Cuarto centenario de la colonización cristiana de Puerto Rico, 211-215. San Juan, PR. Tipografía Boletín Mercantil, 1908.
Europa Piñero González. “Ana Roqué de Duprey: Euterpe y la invención del progreso a través de la escritura persuasiva,” en 200 años de literatura y periodismo 1803-2003 de Fernando Feliú Matilla. San Juan: Ediciones Huracán, 2004.
Lizabeth Paravisini-Gelabart. “Estudio critico, notas y esquemas biográfico,” en Luz y sombra de Ana Roqué. Río Piedras y San Juan: Instituto de Cultura Puertorriqueña y Editorial Universidad de Puerto Rico, 1991.
María Luisa de Ángeles. Mujeres Puertorriqueñas que se han distinguido en el cultivo de las ciencias, las letras y las artes desde el siglo XVII hasta nuestros días. San Juan: Real Hermanos, 1910.
Nancy Bird Soto. Sara la Obrera y Otros Cuentos. El repertorio femenino de Ana Roqué. Lewiston: The Edwin Mellon Press, 2008.

Websites
Eliván Martínez. El Tesoro de una científica rebelde.  80 Grados. Lunes, 23 de febrero de 2015.
http://www.80grados.net/el-tesoro-de-una-cientifica-rebelde/. Publicado por el Centro de Periodismo Investigativo.
Manuscritos de Ana Roqué de Duprey (1853-1933). Biblioteca Lázaro, Colección Puertorriqueña, Biblioteca Digital Puertorriqueña. http://bibliotecadigital.uprrp.edu/cdm/landingpage/collection/ManusAnaRoq 

Información adicional:
https://enciclopediapr.org/
https://centropr.hunter.cuny.edu/

Fuente:
Próceres del Caribe.

Editor:
Umbral

Palabras clave:
Próceres del Caribe, Ana Roqué de Duprey

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